Reseña de Nosotros en la luna de Alice Kellen

Aseguro, en marzo y sin ninguna duda, que este libro entrará en mi top de lecturas de 2021. Voy con ganas a escribir esta reseña y espero no dejarme nada atrás.

FICHA TÉCNICA:
Título: Nosotros en la luna
Autor: Alice Kellen
Número de páginas: 480
Editorial: Planeta

SINOPSIS:
Una noche en París. Dos caminos entrelazándose.
No hay nada más eterno que un encuentro fugaz.

Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de la ciudad de la luz, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Ella vive en Londres y a veces se siente tan perdida que se ha olvidado hasta de sus propios sueños. Él es incapaz de quedarse quieto en ningún lugar y cree saber quién es. Y cada noche su amistad crece entre emails llenos de confidencias, dudas e inquietudes. Pero ¿qué ocurre cuando el paso del tiempo pone a prueba su relación? ¿Es posible colgarse de la luna junto a otra persona sin poner en riesgo el corazón?
Una historia sobre el amor, el destino y la búsqueda de uno mismo.

Porque a veces, solo hace falta mirar la luna para sentirte cerca de otra persona.


OPINIÓN PERSONAL:

Cuando digo que este libro ha entrado de lleno en mi top del año, no digo ninguna barbaridad. No había leído antes de Alice Kellen, y la sinopsis no me llamaba especialmente la atención, quizás es por esto que no tenía ningún tipo de expectativas sobre la obra, dándome lugar a llevarme una muy grata sorpresa. 

No es fácil encontrar un libro que cuyo primer capítulo sea una despedida, la cual no es más que el pistoletazo de salida para algo mucho más grande. El sabor agridulce de esa despedida solo nos deja con la miel en los labios de lo que va a ser conocer en profundidad a Rhys y Ginger, porque sí, los leeremos a ambos, en conjunto (vía email) y por separado en cada una de sus vidas.
¿Puede haber algún tipo de soledad más triste que esa, Ginger? La de estar rodeado de gente, pero sentir que no hay nadie.
Nuestros protagonistas se encontrarán de pura casualidad en el metro de París. Un viaje inesperado, una pelea con la máquina de tickets, pasar por el mismo lugar en el mismo momento, un paseo nocturno y vistas a la luna. Lo que viene a ser el destino, o cualquier otra, serán el inicio de una increíble relación a distancia entre dos personas completamente dispares. Así empieza esta historia de la vida, de momentos, decisiones, casi palpable y recomendable 100%. 

Igual que podemos encontrar novelas que trascurren en un solo día, o un verano, podría decirse que esta es una historia a largo plazo, aportando naturalidad a la trama, y un desarrollo de los acontecimientos totalmente lógicos. De hecho, quizás en algunas ocasiones el tiempo pasa demasiado rápido, como en la vida misma, sin que nos darnos cuenta, como le pasa a los propios personajes. 

Es por esto que nuestros protagonistas son muy reales, no son perfectos, sino que llevan una mochila a rastras con sus problemas, sus errores y aprendizajes, sus éxitos y sus derrotas. Lo que viene a ser una historia de personajes en toda regla y es que puede que sea uno de los libros donde más claro he visto una gran evolución de los mismos, los Rhys y Ginger de las primeras páginas solo comparten la esencia con los de las últimas. La vida les va planteando diferentes situaciones que les hacen actuar de una forma u otra, y así van cambiando en el proceso, al igual que cambian sus intereses, pensamientos o sus relaciones consigo mismos y los de su alrededor. 
Pero, por encima de todo lo demás, somos las decisiones que tomamos. En toda su dimensión. Por cada elección, damos un paso al frente y abandonamos algo en el camino. O damos un paso atrás y abandonamos algo que estaba por llegar. Avanzamos entre alternativas, seleccionando unas, rechazando otras, marcando nuestro destino. Siempre habrá algo que pierdas incluso cuando ganes, pero eso no es lo importante. Lo realmente valioso es ser capaz de tomar esa decisión, hacerlo siendo libre; apostar por un sueño, por uno mismo o por otra persona, sin dudas ni temor, solo con ganas, con pasión. 
Como decía, son personajes reales, con sus miedos y sus valores también, los cuales ponen al límite e incluso sobrepasan en algún momento, pero sin perder la fidelidad a los mismos, sabiendo cuándo ha llegado el momento de parar y poner una barrera entre ellos y lo que no piensan que es correcto. Sin duda es todo un gustazo leerlos, madurar con ellos, verlos equivocarse y aprender para poder crecer todos juntos en sincronía.

La relación entre ambos también evoluciona en las paginas de Nosotros en la luna, algo también muy interesante de leer ya que todas las facetas que se muestran te pueden aportar algo nuevo. Pasan de ser simples conocidos a ser íntimos amigos, y luego a ser parte el uno del otro en muchos más sentidos, una conexión muy especial que resulta muy difícil plasmar en palabras, pero que la autora consigue, incluso cuando la relación entre ambos se vuelve algo tensa y puedes notar esa misma tensión en casa uno de sus emails o cuando la trama se vuelve algo turbia en algunos momentos. 
Deslicé la lengua por su labio inferior antes de hundirla en su boca y buscar más, un poco más. Mientras la besaba, olvidé que estaba a más de cien metros del suelo, olvidé que me daban miedo las alturas y olvidé que se suponía que aquello no tenía que pasar. Porque solo podía pensar en ella, en lo bien que olía, en lo bien que sabía, en su cuerpo pegado al mío, en que necesitaba mucho más, en que no quería soltarla nunca. En imposibles.
Además, Alice tiene la capacidad de escribir diferentes situaciones con muchísima naturalidad. Me encanta que los personajes vayan al baño, compren ropa, o que ambos comprendan que en nuestros días, y con personas más jóvenes, es un tanto vintage comunicarse vía email. De esta forma la sexualidad también es un trema que se trata abiertamente, tanto personal como en conjunto, se habla de la masturbación, de los gustos o de las experiencias sin parecer nada forzado, algo que es de agradecer. 

Lo último a comentar sería el propósito de la obra en sí, porque toda esta construcción es el cóctel perfecto para plantear cuestiones como la búsqueda de uno mismo o de nuestro propósito en la vida. Al igual que me pasó con la obra de María Martínez (reseña de Tú y otros desastres naturales), parece que esta obra llegó justo en el momento adecuado a mi vida, en medio de una de esas crisis existenciales que han dejado atrás estos periodos de confinamiento. Tienes que llegar a conocer a los personajes muy bien para entender cómo manejan cada uno este tipo de cuestiones, y así de paso te las planteas tu también, algo bueno y malo al mismo tiempo jajajajaja
No tienes un futuro negro, Ginger. Tienes un futuro inmenso. Una página en blanco delante de ti. Y puedes escribir lo que tú quieras.
A modo de conclusión (por si no se ha notado ya) puedo decir que es una obra que me ha fascinado y con la que he aprendido, llorado, reído, vivido y sorprendido muchísimo. Además, ha sido la causante de que por primera vez en la vida tuviera interés en leer el clásico de El principito, obra favorita de Ginger y en la cual hacen alusión en diferentes momentos del libro. 
Suena más fácil de lo que parece pero este libro me ha dolido y me ha hecho sentir muchísimas cosas, haciéndome olvidar estos largos días de apatía y dejando una huella imborrable en mí. 

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